Esclavos de la
tecnología
Está claro que la tecnología nos ayuda en numerosas labores del
día a día: trabajo, comunicación, ocio...
No obstante, hay que tener en cuenta todos los peligros que entraña una dependencia o adicción, ya que nos
convierte en, literalmente, esclavos de
la tecnología. Es algo que no se puede negar, por ese motivo hemos
elaborado un listado con algunas de las enfermedades o trastornos psicológicos
que nos aporta la tecnología cuando no somos capaces de controlarla.
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Tecnología |
Síndrome de la llamada fantasma
¿Cuántas veces crees que suena
o vibra tu teléfono sin que en realidad haya pasado nada? Este síndrome
afecta al 70% de los jóvenes, especialmente cuando tienen el teléfono en su
bolsillo. En estos casos, tienen la falsa
sensación de que el teléfono les reclama, pero todo se debe en realidad a
la obsesión del cerebro.
Nomofobia
Ya hablamos en una ocasión sobre la nomofobia,
que consiste, grosso modo, en una angustia
cuando no se tiene el teléfono móvil cerca o no se puede controlar si ha habido
alguna interacción en un breve periodo de tiempo.
Cybermareo
Comenzó a diagnosticarse en los años 90 tras el asentamiento
definitivo de los videojuegos en
gran parte de los hogares. Esta enfermedad provoca mareos con una sensación similar a la de viajar a gran velocidad.
Ciberhipocondria
Si alguna vez notas algún síntoma extraño, te duele cierta parte
del cuerpo o crees que sufres de una determinada enfermedad... por favor, no
busques en Google, porque aquí solo encontrarás catástrofes o estados de
enfermedad muy avanzados y te volverás loco. Es mejor que acudas a un médico para que diagnostique, de lo contrario
comenzarás a tener una hipocondría cibernética nada recomendable, la verdad.
Efecto Google
Google nos está haciendo más tontos, no podemos negarlo. Tener acceso a tanta información es algo
muy positivo, pero que sea la información quien nos busque no lo es. Hace
unos años, si teníamos alguna duda la búscanos en la enciclopedia de papel,
preguntábamos a algún experto o acudíamos a una biblioteca, hoy en día con
escribir un par de palabras en este buscador (las cuales muchas veces te las
sugiere para que pienses menos) tienes la respuesta. Intelectualmente, esto no
es nada bueno.
Depresión social
Sí, las redes sociales también pueden afectar al estado de ánimo de una persona si ha
subido una foto o escrito un comentario con pocas o ninguna respuesta.
Facebook, Twitter,
Instagram y otras tantas, tienen la culpa.
Adicción gamer
Una décima parte de los coreanos sufre esta enfermedad, cada vez
más común en Occidente. Y es que conlleva una necesidad por jugar a un videojuego... incluso cuando se duerme.
Por tanto, tenemos que aprender a convivir sin la tecnología, a exprimir
sus recursos sin abusar de ella y a marcarnos unos horarios para ser
capaces de controlar su dependencia
abusiva, porque luego sufrimos este tipo de enfermedades, síndromes y
trastornos derivados de la tecnología.
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